Planeta en fuego - Una página de Álvaro Rafael
  • El autor
  • La editorial
  • Contacto
El autor
La editorial
Contacto
Planeta en fuego - Una página de Álvaro Rafael
  • El autor
  • La editorial
  • Contacto
Anticuarios, Viajes

Hablemos de Venezuela

9 agosto, 2016 by Álvaro Rafael No hay comentarios
Hablemos de Venezuela.

En un bar de Lima me preguntan por Venezuela. El ambiente es ameno, las rondas de pisco sour pasan delante de la mesa. Me siento incómodo. Ser venezolano en el extranjero tiene una pesada carga: ser el aguafiestas de las reuniones. El portavoz de las malas historias.

Trato de hilvanar las ideas, de armar la narración de la historia de mi país. Por dondequiera que la comience encuentro el recuerdo de un lejano viaje a Lima en las proximidades del año 1990. Recuerdo de aquel viaje una ciudad sitiada por el terrorismo: calles cercadas con alambradas de púas, edificios con sus ventanales rotos por la explosión reciente de un coche bomba, la gente que caminaba con el miedo en las caras porque todos eran sospechosos de ser terrucos. Recuerdo a militares que revisaban los bajos del coche de mis tíos, militares, buscando artefactos explosivos antes de subirme en ese mismo coche conducido por un chofer militar armado, suspicaz. Recuerdo la moneda impresa en billetes de millones de intis que apenas servían para comprar el pan. Recuerdo las colas para comprar comida, los cortes eléctricos, el tácito toque de queda al anochecer. Tenía entonces siete años y la impresión que me dejó aquel país del que huyeron mis padres fue el de una tierra desolada, gris, cada vez más distante tanto por no haber nacido allí como por la relativa calma que me brindaba Venezuela.

Mis pensamientos regresan al bar, quiero empezar a contar esta historia que conozco tan bien porque la viví en el país en el que ahora bebo unas copas, en este viaje de paso. Pero no por conocerla tan bien es que pueda contarla bien. ¿Quién puede contar la historia de la Venezuela actual sin que te miren con escepticismo? Pero responder sobre la Venezuela de 2016 es contar la historia de Perú de 1990. Una historia que, en su momento, viví lejana, ajena, casi con alivio porque pensé que nunca me tocaría transitar por la tristeza de un país que se descomponía aceleradamente. «Perú no tiene nada que ver con aquel país de 1990», le dije días atrás a una amiga venezolana mientras atravesábamos por la misma calle que, en 1990, estaba cerrada por militares armados. Allí mismo Sendero Luminoso había puesto una bomba que reventó los vidrios del apartamento de mi abuela varias cuadras más allá.

Apuro el trago de pisco sour sin saber cómo empezar. Estaba rodeado de gente de mi edad. Sentí envidia. El país que ellos reciben hoy atravesó por momentos trágicos pero supo reinventarse en un país próspero tan solo ¡en veinte años! Mi país, Venezuela, en veinte años retrocedió hasta 1990. Retrocedió veintiséis años, para ser más exactos. Los años más productivos de mi generación lo hemos vivido en el chavismo. Los hemos perdido en la ruina que ha creado el chavismo.

Hace un año estuve en Toronto y un buen amigo venezolano me contó que supo irse del país cuando avizoró la desgracia que se aproximaba. «Tenía alrededor de treinta años. Me pregunté a mí mismo ¿cuántos años hace falta para que Venezuela mejore? ¿Veinte años, treinta años? Para cuando el país mejore ya habrá pasado mi oportunidad». Oportunidades. Sigo siendo fiel a mi país, le dije, y mal que bien, tengo trabajo y estabilidad, añadí, sin ninguna muestra de orgullo ni soberbia. «Te va tan bien que para salir de tu país no pudiste reservar un hotel porque el dinero solo te alcanzaba para quedarte en mi sofá», dijo, sin soberbia. Cierto. Tenemos suficiente orgullo y soberbia com para no admitir que hace tiempo que dejamos de ser clase media.

La gente espera que responda algo sobre Venezuela. Nací, crecí y vivo en Venezuela. Es mi país, el país que conozco, el país que es mío. La gente afuera sabe lo que pasa en mi país. Y las miradas son de asombro, de curiosidad. Los mejores años de nuestras vidas lo hemos vivido en una cárcel. En el proceso chavista. ¿Cuántos años más debemos esperar para que esto mejore? ¿Veinte años, treinta años? ¿Tan prologando puede ser un amor o la testarudez para aceptar, con dolor y resignación, que ya tu tiempo pasó aquí, y que cuando las cosas mejoren será demasiado tarde para ti? No lo sé. No me interesa saberlo. No ahora. Quiero divertirme. Los venezolanos hemos perdido la capacidad de divertirnos. Nos sentimos incluso culpables cuando nos divertimos. «El país no está para estas cosas», solemos reprocharle al que osa sonreír. Nos hemos convertido en sombras. Habitantes de un país de funeral. Prefiero no hablar de Venezuela. Hoy no. Me calló y sigo el ritmo de las copas.

Share:
Reading time: 4 min

Entradas recientes

¿Se están devolviendo los venezolanos?

¿Se están devolviendo los venezolanos?

8 diciembre, 2019
¿Cómo viven los venezolanos en Perú?

¿Cómo viven los venezolanos en Perú?

1 diciembre, 2019
Mitos y realidades sobre la xenofobia en Perú

Mitos y realidades sobre la xenofobia en Perú

30 noviembre, 2019

Entradas populares

Pedro Alejandro Lava Socorro y el poder de las redes sociales

Pedro Alejandro Lava Socorro y el poder de las redes sociales

29 octubre, 2009
Recordatorio modesto de Cayayo Troconis

Recordatorio modesto de Cayayo Troconis

17 noviembre, 2006
Homenaje a Cayayo Troconis

Homenaje a Cayayo Troconis

17 noviembre, 2008

Instagram feed

Entrada de Instagram 2152757401870630145_17836884 «Y cada vez que vuelvo
Un mismo final
Afuera el mundo sigue
Soy uno más buscando en el mar
Cae el sol».
•
#Lima #sodastereo #atardecer
Entrada de Instagram 2128707588078247984_17836884 Caribe (2009).
Entrada de Instagram 2084614024348433291_17836884 En realidad, el plan era hacer una escala de dos o tres días en Santiago y proseguir con el viaje hacia el destino final. Esto no ocurrió y quedé con un boleto hacia una ciudad que no figuraba en mi lista por conocer y de la que conocía muy poco (Costanera Center, Estadio Nacional, precordillera). «Es una ciudad nueva de todas formas, un país que no conozco, veamos qué tal», me dije como consuelo. Lo cierto es que Santiago me ha sorprendido. Me he conseguido una ciudad con amplios parques y miradores increíbles, bulevares que se entrecruzan y dieran la impresión de nunca acabar, con unas calles que en algunas partes evocan alguna vieja ciudad como Barcelona o Roma y en otras, más modernas, explican muy bien el apodo de Sanhattan. Hay una planificación urbana envidiable, con un metro que desluce otros subterráneos que alguna vez me deslumbraron. Mi visión ha sido breve, la del turista en un viaje improvisado, pero me satisface lo que vi.#Santiago #Chile
Entrada de Instagram 2083487850083877342_17836884 Pacífico al sur.
Entrada de Instagram 2082368493836514550_17836884 En los últimos cinco años he conocido Los Andes desde Mérida hasta Santiago. Y la ruta sigue.
Entrada de Instagram 2081018812577561749_17836884 Punto de fuga.

Twitter

Mis tuits

Categorías

Creado en el año 2005, este blog contiene textos de exclusiva propiedad del autor. Eres libre de copiar, pero por favor cita la fuente.
¿Se están devolviendo los venezolanos?

¿Se están devolviendo los venezolanos?

8 diciembre, 2019
¿Cómo viven los venezolanos en Perú?

¿Cómo viven los venezolanos en Perú?

1 diciembre, 2019
© Planeta en fuego 2005-2019. Todos los derechos reservados.
Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia. Asumiremos que está de acuerdo con esto, pero puede optar por no participar si lo desea.Configuraciones de cookiesAcepto
Privacy & Cookies Policy

Privacy Overview

This website uses cookies to improve your experience while you navigate through the website. Out of these cookies, the cookies that are categorized as necessary are stored on your browser as they are essential for the working of basic functionalities of the website. We also use third-party cookies that help us analyze and understand how you use this website. These cookies will be stored in your browser only with your consent. You also have the option to opt-out of these cookies. But opting out of some of these cookies may have an effect on your browsing experience.
Privacy Overview

This website uses cookies to improve your experience while you navigate through the website. Out of these cookies, the cookies that are categorized as necessary are stored on your browser as they are essential for the working of basic functionalities of the website. We also use third-party cookies that help us analyze and understand how you use this website. These cookies will be stored in your browser only with your consent. You also have the option to opt-out of these cookies. But opting out of some of these cookies may have an effect on your browsing experience.

Necesarias Siempre activado

Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.

No necesarias

Any cookies that may not be particularly necessary for the website to function and is used specifically to collect user personal data via analytics, ads, other embedded contents are termed as non-necessary cookies. It is mandatory to procure user consent prior to running these cookies on your website.